Una mente calmada es una mente más productiva

¿Te has fijado que cuando te concentras en una cosa tus preocupaciones desaparecen? Así es como se comporta la mente: al poner la atención en un tema, se centra en eso y deja de (pre)ocuparse de otras cosas.

Se requiere una cierta práctica para hacer que la mente se concentre, y sólo es posible hacerlo por un tiempo relativamente corto. Pero vale la pena el esfuerzo, porque cuando pones tu atención en una tarea, la ejecutas de forma más rápida, con menos errores, menos interrupciones y con mayor calidad. Es decir, si tu mente está atenta, mejora tu rendimiento. Y también aumenta tu satisfacción en relación a la tarea realizada.

¿Cómo puedes potenciar esta capacidad? O dicho de otra manera, ¿Cómo puedes mejorar el rendimiento y la satisfacción al tiempo que reduces las preocupaciones?

Son tres los factores clave a conseguir:
1 – Aprender a prestar atención de forma premeditada y consciente
2 – Observar el tiempo que eres capaz de mantener la atención (para no excederlo)
3 – Evaluar las diferencias que existen entre la realización de una tarea con atención y otra sin atención.

Parra ello te propongo el siguiente ejercicio:
Elije una actividad que sea importante para ti. Sobre todo al principio, es mejor que la tarea te ayude.
Decide en qué momento la vas a realizar.
-Antes de empezar, decide poner tu atención en esa actividad de forma deliberada, es decir, decide que nada ni nadie te va a molestar durate su ejecución.
Decide el tiempo que vas a dedicar. Te propongo que no dure más de 20 minutos. Con la práctica podrás ir ampliando este tiempo, pero te darás cuenta que no es fácil mantener un alto nivel de concentración por un tiempo prolongado.
-Al finalizar, pon una nota al resultado de esa actividad.
-Pon una segunda nota, esta vez al nivel de satisfacción que sientes tras el trabajo.
-Compara estas notas con las que pondrías a otra actividad que hayas realizado sobre la marcha; es decir, sin planificar ni decidir previamente concentrar tu atención.
-Ve anotando esas notas. Al final de la semana compara las notas de productividad y de satisfacción

Así de fácil.

Y si quieres, cuéntame cómo te ha ido dejando tu comentario o escribiendo a marco@sinergies.net

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