Si tienes una existencia ajetreada, muchas responsabilidades, si sientes que te falta tiempo para ti y que te estás perdiendo lo más importante de la vida; este artículo te dará algunas claves para que puedas organizarte y mejorar esa situación. Para disfrutar más de tu vida y, en definitiva, ser más feliz.

Dentro del concepto de felicidad hay que diferenciar entre a) disfrutar realizando una actividad y b)disfrutar al recordar una actividad que ha sido satisfactoria. La satisfacción de hacer y de recordar haber hecho algo, se basa en criterios diferentes. El concepto de felicidad está más influenciado por el recuerdo de la actividad que por la propia actividad.

Sentirse satisfecho con lo que se está haciendo en un momento determinado, tiene que ver con el nivel de reto que supone; con que esa actividad esté relacionada con un objetivo o proyecto vital y con la gente con quien se comparte la experiencia.

En cambio, tener un recuerdo satisfactorio de algo, está relacionado con haber tenido un final agradable (o mejor que el principio de la experiencia); con los cambios que hayan roto la monotonía y con los momentos importantes, es decir, aquellos que están relacionados con la transcendencia o el proyecto vital.

En otro orden de cosas, el concepto de felicidad depende también de disponer de un mínimo de dinero que permita un cierto bienestar económico. Sin embargo, disponer de ese dinero no mejora la calidad de una experiencia. En términos matemáticos diríamos que es condición necesaria, pero no suficiente.

Por todo ello, para mejorar la satisfacción de lo que haces y contribuir a tu felicidad, estos son los consejos principales que podemos darte:

• Intenta divertirte haciendo lo que haces. Haz que sea un reto descubrir cómo hacerlo mejor, más fácil, cómo automatizarlo, simplificarlo, etc. Si no es el caso, la idea de terminar antes para poder dedicarte a lo que de verdad te gusta, puede ser la solución acertada.
• Procura que tenga un buen final, que terminar sea agradable o como mínimo mejor que el principio. Empieza por lo más difícil, duro o desagradable y deja para el final lo más divertido. Al librarte de la presión que supone la responsabilidad de lo que se tiene que hacer, pasarás a divertirte antes y tendrás un mejor recuerdo.
• Haz cambios de vez en cuando: divide una tarea grande en subtareas, con objetivos a corto plazo. Cambia a tareas diferentes que requieran otro tipo de habilidades, así será menos monótono y más divertido cumplir con tu cometido.
• Encuentra esos momentos importantes relacionados con tu proyecto de vida; es decir ponle alma, hazlo desde tu identidad, a tu manera, con tus principios, de forma que lo que hagas te identifique.

Por tanto el resumen seria, empieza por lo difícil, hazlo divertido, corto, variado y a tu manera.

En la línea de diferenciar las perspectivas de felicidad,  resulta especialmente ilustrativo el video que se incluye a continuación y que recoge la charla de Daniel Kahneman titulada El enigma de las experiencias.

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