La mente es una parte de nosotros que nos sirve para pensar, sentir y trascender. Es esa dimensión interior desde la que interpretamos la vida. Su conocimiento y un buen uso nos ayuda a vivir mejor. La mente es como un iceberg del que solo percibimos una pequeña parte. No está claro donde se ubica ni cuál es su función. Solo una práctica constante y adecuada permite acceder a los niveles más profundos para enriquecer nuestra vida. En este artículo te doy unas pautas para que puedas utilizar tu mente con más provecho.
La mente tiene una actividad íntimamente relacionada con lo que de una manera genérica llamamos pensar. Podemos diferenciar distintos niveles de actividad mental relacionados con los diferentes niveles de pensamiento.
- Un primer nivel de actividad es el que conocemos como pensar, para el que utilizamos nuestra inteligencia intelectual, la racional; es la forma más básica de pensar y razonar a través de la que intentamos comprender las relaciones lógicas de causa y efecto de un hecho observado.
- Un segundo nivel de actividad es el que conocemos como sentir, relacionado con la actividad emocional y con como interpretamos la situaciones desde la emoción que nos produce el hecho observado o las emociones que apreciamos en terceros. A través de esta inteligencia intentamos comprender cómo nos afectan las cosas.
- Un tercer nivel de actividad es el que conocemos como trascender, relacionado con la actividad inconsciente o intuición. A través de esta inteligencia intentamos comprender el sentido último de las cosas, aquello que va más allá de nosotros, que nos supera y nos arrastra.
Todo nivel de actividad mental requiere de la participación de los niveles anteriores, pero actuando de una forma diferente; es decir, cuando pensamos ponemos la atención en comprender el hecho observado. Cuando sentimos, aparte de comprender el hecho observado, desplazamos la atención a nuestra relación emocional con el hecho observado siendo lo más importante cómo nos hace sentir el hecho observado; y cuando trascendemos; comprendemos y sentimos el hecho observado, a la vez que colocamos la atención en el sentido que el hecho observado tiene en nuestra existencia y hacia donde nos lleva.
Cada una de estas actividades diferentes tiene una ubicación diferente. Pensar es una actividad propia del cerebro. Sentir va más allá del cerebro y aunque la interpretación de lo sentido se produce en el cerebro, la emoción en sí se ubica en diferentes partes del cuerpo, principalmente en el corazón o el estómago. La acción de trascender se ubica fuera del cuerpo material, en una zona del ser a la que no alcanzamos de una forma racional y consciente.
Para acceder a los diferentes niveles mentales es preciso crear las condiciones adecuadas. Cuando queremos pensar decimos que necesitamos concentrarnos y para ello buscamos un lugar tranquilo, retirado, donde podamos encontrar las condiciones necesarias que facilitaran esa concentración. Cuando necesitamos sentir aparte de concentrarnos, necesitamos generar una condiciones diferentes a las de concentrarnos, algo más de calma, de tranquilidad y sobre todo de intimidad. Para trascender se mantienen las condiciones anteriores de tranquilidad e intimidad a las que hay que añadir la quietud propia y del entorno. En todos los casos, el tiempo es un factor clave para llegar a las condiciones que cada estado mental requiere.
No hay un nivel mejor que otro, los tres niveles de actividad mental son necesarios ya que cada uno cumple con un propósito diferente y es el precursor del siguiente. Sí que hay unas condiciones mejores que otras para poderlos desarrollar y sobre todo la práctica es la que nos hará generar estados mentales de calidad.
Así pues, si quieres mejorar tu calidad de vida, es conveniente que sepas encontrar y generar momentos para pensar, sentir y trascender.
También te propongo tres puntos de vista diferentes desde los que podrás analizar a partir de ahora las situaciones que no tenían solución, con tres sencillas preguntas ¿Qué pienso?, ¿Qué siento? y ¿Qué intuyo?
Ánimo y a practicar.
Un comentario en “¿Qué pienso? ¿Qué siento? ¿Qué intuyo? Genera momentos para pensar, sentir y trascender.”