Te propongo en este artículo 2 sencillas prácticas orientadas a mantener tu mente atenta para sentirte más feliz, aumentar tu productividad y tu satisfacción en el día a día.
Primera: 10-20 segundos para gestionar una emoción no deseada
Antes de empezar debes tomar el control de tu estado emocional, esto es:
• Intención: Tras identificar una sensación/emoción no deseada, quieres gestionarla mejor.
• Entorno: Allí donde estés; ya sea en una reunión, realizando una tarea determinada, dando una charla, discutiendo algún tema…
• Duración: 10-20 segundos
• Sensación: Te das cuenta que acoges una emoción rara que se manifiesta por un determinado pensamiento no deseado y en algún lugar del cuerpo en forma de tensión.
TÉCNICA: Sin dejar de prestar atención a lo que estás haciendo…
- Realiza dos o tres respiraciones más profundas y más lentas de lo habitual (sin forzar).
- Observa cómo se ensancha y encoge tu estómago.
- Decide qué sensación o emoción quisieras tener en este momento. Mi recomendación es que optes por alegría, optimismo, disfrutar, respecto a ti mismo y con respecto a tu interlocutor, compasión, ternura y respeto.
- Sigue con lo que estás haciendo.
Segunda: 2-3 minutos para poner la atención en una tarea o situación determinada.
• Intención: Se trata de calmar la mente y predisponerla para una actividad determinada.
• Entorno: busca un lugar tranquilo, donde no te puedan molestar: tu despacho, una habitación en la que no vaya a entrar nadie…
• Duración: 2-3 minutos (puedes ponerte una alarma)
TÉCNICA:
- Realiza 2 o 3 respiraciones más profundas; y sin forzar observa como tu respiración se va haciendo más lenta.
- Decide que tu atención va a estar centrada en la actividad escogida por el tiempo que dure la actividad (no más de 20 minutos).
- Piensa en tu interés: qué quieres conseguir con la realización de esa tarea
- Piensa en el beneficiario: cuál es la finalidad con la que realizas esa tarea
- Piensa en las claves para que esta tarea esté bien realizada
- Sigue en esta situación de calma durante el tiempo que hayas decidido (2-3 minutos); o hasta que sientas la necesidad de ponerte a trabajar; o hasta que notes que tu mente ha alcanzado el nivel de calma y atención que necesitas.