En tiempos de COVID-19

Coronavirus: cómo afrontar el día después desde el ámbito financiero

La crisis del coronavirus ha generado una caída del consumo que se traducirá, con toda seguridad, en un aumento de la morosidad y del paro; y que, si no se toman medidas, van a generar más caída del consumo en un círculo cerrado y viciado de difícil pronóstico.

Es una situación de gran incertidumbre, en la que no sabemos qué va a pasar mañana, y en la que es muy difícil prever los nuevos acontecimientos. Es como conducir con niebla espesa, una circunstancia muy frecuente en Lleida. Cuando hay niebla, hay que dar más importancia a la próxima curva que a la hora de llegada; cambiar las luces a cortas y mejor si tenemos otras de proximidad o antiniebla que amplíen la visión periférica; estar atentos a posibles imprevistos, y ajustar la velocidad para tener suficiente margen de maniobra y poder reaccionar rápidamente y de la mejor manera.

Traducido a un entorno empresarial, podemos decir que se impone el corto plazo y la supervivencia sobre la rentabilidad; junto a una gestión basada en diversos escenarios posibles y su rápida revisión.

Para mejorar la supervivencia conviene actuar en tres frentes; conseguir nuevos préstamos (solidez patrimonial), ampliar nuestra capacidad de pago (solvencia); y estimular las ventas.

En este sentido, estas son algunas de las acciones a considerar:

Aporte de capital: En base a la posibilidad que tengan los socios de realizar nuevas aportaciones de capital, es recomendable alcanzar un 40% de capital propio para poder gestionar nuevos créditos con bancos y proveedores.

Posponer o no liquidar dividendo: en la medida en la que se pueda pactar aplazar o suspender dicho pago.

Paralizar posibles inversiones: Dada la incertidumbre dominante, si no se han iniciado, es mejor posponerlas y evitar compromisos de pago de pronóstico incierto y de resultado a largo plazo.

Acogernos a posibles subvenciones: Estar atentos a posibles estímulos que por parte de las distintas administraciones se puedan producir en los próximos días.

Refinanciar préstamos y créditos: En la misma línea, es de esperar que se mejoren las condiciones para nuevos préstamos, baje el tipo de interés y las garantías exigidas, con lo que podemos aprovechar para cancelar otros prestamos suscritos en otro momento de condiciones menos favorables.

Mejorar y reducir el inventario: Es buen momento para revisar nuestra política de stocks, mejorar su gestión y reducir su volumen.

Dinamizar los clientes: con fórmulas de financiación del pago que les permita mantener su capacidad de compra y venta sin colapsar su tesorería. En condiciones similares preferirán nuestra fórmula de venta a la de otro competidor.

Gestión de Proveedores: Es buen momento para revisar nuestra política de compras, buscar alternativas, y sugerir fórmulas de financiación basadas en tipos factoring o similar. Proteger a los proveedores estratégicos.

Variabilizar o externalizar costes fijos: Revisar la cuenta de explotación y ver qué gastos son susceptibles de ser externalizados y consumidos en base a la necesidad directa de fabricación o servicio.

Estas acciones, junto a los cambios que afectarán las decisiones de compra del consumidor, generan nuevas oportunidades que hacen necesario reformular el modelo de negocio para incorporar los nuevos valores y eliminar lo que haya quedado desfasado.

 

¿Qué herramientas de gestión necesitas?

La capacidad de análisis rápido y frecuente de diferentes escenarios se basa en la posibilidad de resumir grandes paquetes de información (contabilidad, ventas, fabricación, etc) en base a determinadas variables clave de nuestro negocio (beneficio, crecimiento, costes, etc).

En el mercado existen diferentes soluciones que van desde la hoja de cálculo Excel y tablas dinámicas  como la solución más sencilla, a sistemas más sofisticado como Power Pivot  o Power BI. Todos ellos están basados en la misma filosofía de análisis, son del mismo entorno Microsoft y en la mayoría de los casos son gratuitos.

 

Las claves

Nuestro sistema de toma de decisiones debe centrarse en la gestión diaria de la tesorería y el horizonte de garantía de pago y cobro en base a diferentes escenarios posibles. Todas las áreas de la organización han de orientarse a este objetivo compartido de maximizar de la capacidad de pago y garantía de cobro.

¿TE HA INTERESADO ESTA INFORMACIÓN? ¿TE GUSTARÍA RECIBIR POR EMAIL OTROS ARTÍCULOS QUE TE AYUDEN A INCREMENTAR TU PRODUCTIVIDAD Y SATISFACCIÓN?

Suscríbete a nuestro boletín mensual y lo recibirás de forma gratuita en las próximas cápsulas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.