Igual que hay personas que defines como simpáticas, seguras, o trabajadoras. . . ., ¿Cómo acabarías la frase "Mi empresa es...."?
No es una tarea fácil y necesitarás un proceso de reflexión para encontrar esa palabra que mejor define la esencia de tu organización.
Cuando lo pienses, aparecerán varias palabras o frases entre las que no serás capaz de escoger solo una, porque sentirás que ninguna se ajusta a lo que realmente quieres expresar. Necesitas que esa palabra incluya todos los aspectos desde los que se puede observar tu organización y que, a la vez, sea personal y singular; es decir tiene que ser lo suficientemente ambigua para admitir muchos matices e interpretaciones y a la vez específica para identificar a tu empresa.
Si quieres identificar esa palabra, te ayudamos con una simple metodología que es un excelente ejercicio estratégico. Debes ir paso a paso, empezando por unas frases más generales, que poco a poco se irán concretando, hasta encontrar la palabra que pueda resumir todo lo que supone tu organización.
Aunque este proceso se puede realizar de forma individual, te recomendamos que lo hagas en equipo, ya que este ejercicio servirá para reforzar la implicación y el compromiso de todos.
En primer lugar, describe en un párrafo breve cómo es tu organización deseada; no la que tienes ahora, sino aquella en la que quieres que se transforme. Escribe lo que más te guste de esa imagen que tienes de tu organización futura. A modo de sugerencia, puedes decir lo que hacen los que allí trabajan, qué piensan, de qué hablan, cómo toman las decisiones, qué quiere decir que algo está bien hecho, qué quieren conseguir. . . y todo aquello que consideres importante en tu organización deseada.
Segundo. Ahora, escribe las frases que el párrafo anterior te sugiera. No se trata de resumir el párrafo, si no de describir lo que proyecta. Quizás surjan matices nuevos que te inviten a cambiar frases o incluso todo el párrafo; no importa, anota esos matices y sigue adelante. Intenta que no sean más de cinco o siete frases. Puedes agrupar aquellas frases que se parezcan o sean similares.
Tercero. Al releer las frases, anota las palabras que te sugieren y que de alguna manera las resume o agrupa. De nuevo, no se trata de copiar o resumir lo ya escrito sino utilizarlo para seguir avanzando.
Por último, de entre las nuevas palabras intenta encontrar una o dos nuevas o escoger aquellas que mejor puedan resumir o contener todo lo escrito anteriormente.
Ahora que ya tienes la palabra, y si quieres que este ejercicio sirva para inspirar las decisiones de tu organización en el futuro, hay que darle forma y sentido para eliminar su ambigüedad y personalizarla. Pero esto será contenido de otra cápsula.