Perspectivas económicas para 2023: se inicia una nueva era con la incertidumbre como protagonista

El pasado lunes, en el marco del Colegio de Economistas de Cataluña, el presidente del Consejo Económico y Social de España, Antón Costas y el catedrático de economía de la UPF Oriol Amat, compartieron sus perspectivas para 2023 en un evento organizado por la APD.

A continuación el resumen de las ideas y reflexiones más relevantes compartidas por los ponentes.

El primero en intervenir fue Oriol Amat, rector de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona desde 2021 y Catedrático de Economía Financiera y Contabilidad desde 2001 en la misma universidad.

Si no se producen cambios radicales en la evolución de la guerra de Ucrania y de la situación COVID-19, las perspectivas, según el catedrático de la UPF son:

  • Producción (PIB): seguirá creciendo de forma moderada hasta junio de 2023. Después del verano veremos una aceleración económica general.
  • Inflación. Se mantendrá a la baja, en niveles en torno al 4-6%. Hasta que no se alcancen cifras del 2% los tipos de interés seguirán siendo altos, encareciendo la financiación de particulares y empresas. En este sentido, 2023 será un año difícil.
  • Paro. Se irá reduciendo de forma lenta pero constante en los próximos meses.
  • Cadena de suministro. A raíz de los problemas de aprovisionamiento experimentados por los mercados durante los parones en la producción china por la pandemia, las empresas se han esforzado en diversificar sus proveedores. Esto supone una oportunidad, tanto para las empresas logísticas como para los productores de materias primas y productos semi-elaborados.
  • Salarios y bienestar. A pesar de la subida de precios generalizada, la mayoría de las empresas no han podido repercutir el 100% del incremento de sus costes en los precios de venta. Y lo que más se ha resentido ha sido la mano de obra. Por eso, desde 2019 ha aumentado la desigualdad.
  • Trabas al emprendimiento. Uno de los principales obstáculos a los que se enfrentan emprendedores y empresarios es la burocracia y las trabas administrativas. Si la legislación europea es de por sí compleja, la adaptación que se hace en España y en las comunidades autónomas, la complica todavía más, suponiendo importantes obstáculos a la actividad productiva.
  • Cuarta Revolución Industrial. Los avances tecnológicos están destruyendo muchos puestos de trabajo, pero están creando muchos más. En Reino Unido, esta proporción se ha medido en 1 a 3: es decir, por cada puesto de trabajo que desaparece debido a la innovación, se crean 3. Por eso va a ser una ventaja competitiva estar al tanto de las innovaciones para nuestro sector y adaptarse con flexibilidad a los nuevos tiempos.

Cerró la sesión el economista Antón Costas con una ponencia magistral en la que compartió con los asistentes las siguientes ideas:

"Las previsiones pesimistas sobre la recesión de 2022 no se han cumplido" fue la primera afirmación del ponente.

En cuanto a 2023, si bien es cierto que la inflación evoluciona a la baja, los precios de determinados productos básicos seguirá siendo muy alto. Y no será fácil que bajen a corto y medio plazo.

La crisis de 2008 nos dejaba dos desafíos existenciales que todavía no han resulto nuestros gobernantes:

1) El desafío climático (que incluye a la biodiversidad). Se trata de un desafío existencial porque deteriora el mundo físico sobre el que se asienta nuestra sociedad. En este sentido apuntar que no toda la culpa es del capitalismo, porque como dijo el ponente, “Al capitalismo le pasa lo mismo que al colesterol: lo hay del bueno y del malo”.

2) La falta de inclusión. La desigualdad, que se ha acentuado en los últimos años, tiene muchas dimensiones, pero podemos concretarla en la falta de oportunidades (y empleos) para todos en todos los lugares. La inclusión, la igualdad de oportunidades, eso es el progreso.

Según el Presidente del Consejo Económico y Social, se observa claramente un cambio de era que propone nuevos desafíos. Para hacerles frente, no serán suficientes los conocimientos y las experiencias del pasado, habrá que desplegar, además, una nueva gobernanza. Si la era anterior se caracterizaba por el exceso de certezas y de optimismo, la nueva era trae incertidumbre y esperanza.

“Lo impensable está pasando” dijo el ponente en alusión a la pandemia, a la guerra, a la inflación... Y ante esta realidad es clave estar atento al entorno y reaccionar con flexibilidad. La incertidumbre implica que no es posible identificar los riesgos futuros, y por eso hay que desarrollar respuestas nuevas, basadas en la resiliencia y la capacidad de adaptación a nuevas circunstancias.

Podemos construir una economía más dinámica y una sociedad más justa.

 

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