Ponte en marcha para conseguir mejores resultados

Probablemente te habrás preguntado en alguna ocasión cómo mejorar el resultado de tu gestión; cómo hacer lo que haces de una forma más sencilla, o más rápida, incluso con la participación de otros miembros del equipo.

Seguramente, en más de una ocasión, te habrás dado cuenta de que en tu empresa hay cosas que no acaban de funcionar, pequeños frenos o ineficiencias que no encuentras la manera de eliminar. Es posible que, apremiado por cuestiones más urgentes e importantes, vuelvas a tu actividad con el sentimiento de que hay cosas con las que se desperdicia mucha energía por el camino y que se podría hacer mejor.

Las 6 claves para corregir o eliminar frenos y limitadores al éxito de tu empresa.

1. Gestionar es conseguir: ten en cuenta que gestionar quiere decir conseguir que las cosas mejoren. Por lo tanto, has de implantar en tu empresa una metodología que te permita saber si tú o tu equipo estáis consiguiendo que esas “cosas” mejoren.

2. Meta clara: se trata de saber qué quieres conseguir. De nada te va a servir que mejores algo que no se va a ver reflejado en tus resultados. No solo no va a tener ningún valor, sino que consumirá recursos y energías que se podrían destinar a cuestiones que aporten más valor; por lo tanto, lo primero que tienes que saber es lo que quieres conseguir en un periodo de unos años y enfocarte en conseguir lo que te acerque a ese objetivo. Por ejemplo, quizás quieras vender más, pero no es lo mismo hacerlo gracias a que consigues nuevos clientes, o a que has mejorado la calidad de lo que vendes, o que has bajado el precio de venta. Así es que no todo vale para vender más, no solo has de decidir que quieres conseguir sino cómo lo vas a hacer.

3. Dividir el proceso en etapas: Divide cada gran objetivo en etapas; decide que conseguirás en periodos menores, como semestre, trimestre, mes, semana, etc, dando prioridad a aquellos objetivos con más impacto en tus resultados.

4. Decide cómo se va a organizar el equipo: Ni tú puedes ocuparte de todo, ni puede haber tareas sin responsable. Debe haber una correlación entre objetivos y responsables de manera que repartas la responsabilidad entre toda la organización. Trabajar en equipo quiere decir que todos entienden de la misma manera conceptos como, qué queremos conseguir, bien hecho, satisfacción al cliente, trabajar aquí, etc.

5. Medir y comparar: Los objetivos acordados hay que medirlos de una manera objetiva, de manera que puedas analizar la progresión y compararla con el objetivo. Si antes te has marcado una serie de objetivos en diferentes periodos ahora se trata de asignarles indicadores, o KPI’s. Relaciona las cantidades conseguidas con su correspondiente coste o beneficio contable. Revisa frecuentemente los indicadores, una vez al mes es una buena referencia; no dejes pasar más tiempo ya que con el tiempo unas cosas tapan a otras y las posibilidades de detectar puntos de mejora disminuyen.

6. Empieza ahora: ponte en marcha cuanto antes. Nada de lo anterior será de utilidad si no actúas. El objetivo de todo lo anterior es ayudarte a identificar posibilidades de mejora y, de entre todas, orientar y enfocar el esfuerzo en aquellas acciones que tengan un mayor impacto sobre tus objetivos y el resultado de la organización.

No busques la perfección, ponte en marcha cuanto antes y utiliza las imperfecciones como aprendizaje, no se trata de tener el mejor cuadro de mando, sino de tener uno que te sea útil.

Recuerda que solo hay una manera de aprender a caminar, ¡caminando!

 

¿TE HA INTERESADO ESTA INFORMACIÓN? ¿TE GUSTARÍA RECIBIR POR EMAIL OTROS CONSEJOS FINANCIEROS?

Suscríbete a nuestro boletín mensual y lo recibirás de forma gratuita en las próximas cápsulas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *