¿Cómo afrontar la crisis que atraviesa el sector agroalimentario? Poniendo el foco en la comercialización, la eficiencia y la calidad.

Esta campaña agrícola pasará a la historia porque a la crisis productiva que nos ha dejado el coronavirus y que se traduce en falta de materiales y componentes, se suma la crisis bélica provocada por la invasión de Rusia a Ucrania y que implica escasez en el suministro de cereales y de combustibles fósiles (gas y petróleo principalmente). Durante años, hablaremos de ella para comprender qué pasó y cómo afectó al sector agroalimentario.   ¿Qué puedes hacer para que se convierta en una oportunidad?

En efecto, 2022 está siendo un año complicado, en el que, como consecuencia de la escasez de materiales, componentes, cereales y combustibles, los insumos han crecido de forma desorbitada (llegando hasta el 80% en lo que a fertilizantes y carburante se refiere) situando el IPC por encima del 10%, cosa que no se veía desde hace más de 3 décadas.

Además, se da la circunstancia de que el elevado coste de la energía también está afectando al consumo final, hasta el punto de crear una situación de pobreza energética que, con mucha probabilidad, llevará a una situación de pobreza alimentaria. Es decir, muchas familias tendrán que decidir este invierno entre comer o calentarse. Según la OCU en 2019 tres de cada cuatro familias ya tenían problemas para llegar a fin de mes  y la situación ha emporado bastante desde entonces.

Los gobiernos que nos afectan, ven la crisis energética como una oportunidad para incentivar la transición hacia un modelo energético renovable. Por ello, lo más probable es que los precios de los carburantes no vuelvan a ser los de antes, y los consumidores solo podrán salir de esta situación modificando su estrategia de consumo. Así, este verano vuelven a los lineales los productos de segunda categoría. En muchos casos como consecuencia de la falta de productos de primera categoría (fruta principalmente), y también como una estrategia de venta a consumidores que ven una alternativa económica para seguir consumiendo fruta de buena calidad organoléptica a precios razonables.

 

¿Qué podemos hacer desde el mundo empresarial para sacar provecho de esta situación?

Volvemos a hablar del partido que se juega en dos partes y que cada una consiste en un deporte diferente:

En lo que a la comercialización se refiere, el reto es mejorar los ingresos, vender más. ¿Cómo? Si eres un productor, buscando alternativas a la cooperativa para comercializar aquellos productos que estos operadores no pueden vender, porque no cumplen sus estándares de calidad o cantidad. Se trata de buscar formas de venta adicionales, no de hacer la competencia. Hablamos de la venta directa en forma de venta de proximidad, kilómetro cero, venta online, etc. En definitiva, vender cosas diferentes a nichos de mercado diferentes. Y si eres una cooperativa, una central de venta o un operador similar, la clave está en vender mejor, optimizando tu actual proceso de comercialización. Por ejemplo, con nuevos productos, estrategias diferentes, más promociones, o ampliar las zonas geográficas de influencia, entre otros.

Desde el punto de vista de la producción, todas las estrategias se enfocan en producir más barato y en mejorar la calidad de lo producido. Hay que tener en cuenta que no se trata de ser mejor a nivel técnico, sino mejor gestor; es decir, no se trata de podar un árbol mejor, sino de que el coste de la poda del árbol sea menor  y, a la vez, que la calidad del resultado sea mejor. La metodología que se aplica para conseguir estos objetivos se conoce como "lean" (en forma), pues se trata de poner a la empresa "en perfecta forma" eliminando todo lo que no es necesario o superfluo (que se llama desperdicio) y potenciando todo lo que si es necesario, que es todo aquello que valora el cliente y por lo que está dispuesto a pagar.

En definitiva, puedes afrontar esta crisis  como una oportunidad si te centras en potenciar al máximo tus ingresos buscando nuevas formas de comercialización al tiempo que produces de forma más eficiente, obteniendo productos mejor valorados por el mercado. No es fácil, pero con esta perspectiva, es posible.

 

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